Nacido en Dublín, Irlanda, vive en Zaragoza desde el año 1982.

Con una trayectoria muy consolidada en escultura para Obra Civil y restauración de Patrimonio Artístico, en esta nueva etapa, Frank Norton pone su mirada en la tecnología de mecanización por control numérico o CNC, para realizar piezas que a mano sería prohibitivo su coste.

Aunque supone enormes ventajas al escultor, sobre todo en Tematización y en corpóreas destinados al mundo de Marketing, esta tecnología no ha sustituido las herramientas tradicionales del escultor, en el taller/estudio que Frank tiene a las afueras de Zaragoza; tijera, cartón, compás y cuter por un lado y soplete y martillo por otro.

Una de sus marcas de su obra pública ha sido un enorme respeto por el usuario de una autopista o carretera; hacer obra que se entiende. “Los escultores hacemos un flaco favor a la sociedad si nos empeñamos en colocar nuestra obra más personal en sitios públicos. La escultura más personal tiene cabida en colecciones privadas y en museos, y en contadas ocasiones en lugares públicos; si una obra en una plaza pública no produce gozo, si no entretiene, si no despierta al observador de su comprensible letargo, simplemente no es apta, y producirá rechazo”.

En Irlanda, ha sido seleccionado en numerosos Concursos de Escultura Pública financiados con el conocido «1% Cultural».

Actualmente vive y trabaja en su estudio cerca de Aula Dei, de Zaragoza